Inés García, una joven madre venezolana, que le tocó enfrentar la enfermedad de cáncer de su hijo desde muy temprana edad, llegó a Colombia en el mes de octubre del 2018, gracias a la Fundación Abraza un Sueño, que le proporcionó los tiquetes, procedente de Maracaibo con el fin de buscar apoyo para el tratamiento médico del pequeño Roger Alejandro, de 3 años, quien a pesar de haber adelantado un tratamiento en Venezuela recayó.
Ya en Colombia, Inés se contactó con Fundación Proyecto Unión, que le brindó el hospedaje y comenzó de nuevo un segundo tratamiento, buscando una nueva oportunidad de vida, pero su hijo entró en fase metastásica y tres meses después, un 31 de diciembre se despidió y partió al cielo, lugar donde sigue iluminando su camino.
Sus recuerdos de la etapa que vivió junto a su hijo en “Casa de los Ángeles”, están llenos de alegría, tranquilidad y mucho amor, pues sintieron el calor de una familia. Era el lugar preferido de Roger, quien disfrutaba de la naturaleza, las horas en el cuarto de música, la sala de TV, los carritos, así como las visitas al Parque Jaime Duque. En la actualidad este valiente ángel nos sigue acompañando en la Casita Blanca, como la llamaba, ya que sus restos ocupan un lugar importante en nuestro jardín. “Siempre recibí un apoyo incondicional de parte de la fundación, gracias a Dios, al Dr. Fernando por ser tan especial y acompañarnos siempre, sobre todo en esa última etapa de la vida de mi hijo, en la UCI, con sus palabras de aliento, eso es más importante, que el tratamiento y un techo, el apoyo emocional que se recibe en esos momentos tan difíciles es reconfortante”, afirmó Inés.
Este hecho afectó demasiado su vida, así que sacó fuerzas que le llegaron desde cielo y le mostraron el camino para seguir adelante con su vida en Colombia. Gracias a la propuesta del Dr. Fernando Quintero, Director de Fundación Proyecto Unión, trabajó desde hace 3 años en el área financiera, luego pasó a la sección de archivo, en donde siempre se destacó por su compromiso, profesionalismo y responsabilidad.
Hoy su vida cambia de rumbo, se abren nuevos horizontes, para su futuro en otro lugar de trabajo, porque ella quiere apostarle a seguir creciendo personal y profesionalmente, desea adquirir su propia vivienda, ser mamá de nuevo, siempre caminando hacia adelante, con la fortaleza y luz interna que le ayudan a sobrellevar los obstáculos que se le presentan. En su paso por la fundación Inés se llenó de fortaleza, fue una oportunidad cumplir la misión de devolver esperanza a su vida, ella a cambio nos deja su gran ejemplo de resiliencia para nuestras vidas.