Las circunstancias que se presentan a lo largo de la vida, marcan los destinos de los seres humanos y el corazón de familias como la de Maria Angélica Alzate y su esposo Juan Pablo Jiménez, quienes enfrentaron la adversidad al conocer la noticia de una grave enfermedad que padeció Simón, su primer hijo en los primeros días de vida. Los tratamientos recibidos de manera oportuna, para contrarrestar un cáncer, permitieron que este pequeño, hoy con 12 años sea un niño recuperado y sano, sin embargo, ese suceso marcó la vida de la familia, ya que desde ese momento se acercaron a organizaciones como Fundación Proyecto Unión, que se creó para aliviar las necesidades de muchas familias, sin recursos que pasan por este tipo de situaciones.
La Fundación, a través de su programa “Casa de los Ángeles”, ofrece un hogar lejos de casa para apoyar a familias que atraviesan la enfermedad de un hijo, es por ello que Maria Angélica llegó allá a extender su mano amiga a otras mamás. La sensibilidad social de la familia Alzate Jiménez, los ha acompañado desde que afrontaron esa difícil experiencia, enfocando siempre sus esfuerzos en la infancia más necesitada, esto los llevó también a valorar más la vida, convirtiéndose en una familia viajera y aventurera, que deja un impacto positivo a donde quiera que vayan.
A la fecha Angélica, Juan Pablo, Simón y Matías, han recorrido 46 países, realizando turismo natural y conociendo la cultura local, así aprovecharon la comunidad de seguidores que tienen en su instagram @mochilapa4 para crear el turismo social, mezclando los tours y rallyes con el impacto social, en comunidades vulnerables, es decir que las personas realizan turismo y conocen las diferentes culturas, pero además generan impacto social, destinando unas horas a labor social y donaciones en fundaciones con causas establecidas.
Por ello en esta oportunidad, su foco fue Colombia, su ciudad de origen, aunque ahora no viven acá, la semana pasada realizaron las coordinaciones para que un grupo de voluntarios españoles de “Tiger Foundation”, transformaran la mañana de 62 niños del Hogar Santa Rita de Cascia. A través del canto, la música, la lectura de cuentos, así como la organización de la ropa, este grupo de turistas voluntarios entregó su corazón y compartió su generosidad, aportando recursos para la construcción de un nuevo hogar para los niños, el “Hogar Amparo de Ángeles”, obra que se adelanta en el municipio de Tocancipá.
Gracias a estas iniciativas con propósito, el ecoturismo genera un doble impacto, no solo disfrutar de la naturaleza, la cultura, la gastronomía y el arte, sino también brindar bienestar a la infancia vulnerable de nuestro país.