Cuando estamos en medio de la dificultad, es la mejor oportunidad para enfocarnos en las cosas positivas y, sobre todo, agradecer a aquellas personas que han permitido que nuestra misión nunca se deje cumplir. El pasado 12 de Mayo se celebró el día del enfermero y por ello queremos rendirles un merecido homenaje a quienes han estado trabajando de manera permanente desde que comenzó la crisis del COVID-19.
El cuidado y bienestar de 62 niños del Hogar Santa Rita de Cascia las 24 horas del día, se encuentra en manos de 16 enfermeros quienes lo han entregado todo para que la vida de los niños no se viese perjudicada de ninguna manera. Además de seguir ejerciendo sus labores usuales como el aseo, alimentación, medicación y proveerles los cuidados especiales que cada uno de ellos requiere, nuestros héroes incansables, en ausencia de los ángeles voluntarios, asumieron labores adicionales en pro de brindar el cariño y la felicidad que los niños están enseñados a sentir en casa.
Para la auxiliar de enfermería Laura Bernal, una sola mirada de parte de los niños es motivo suficiente de inspiración para venir cada día a asumir su responsabilidad como enfermera. “Le doy gracias a Dios por poder levantarme cada día con salud y recibir una sonrisa de los niños del hogar cuando cambio su pañal o su ropa. Me esmero para cuidarme yo y así velar por la salud y bienestar de ellos.
Para el equipo de enfermería, los niños se han convertido en sus compañeros de trabajo ya que han compartido horas de juegos, tareas, recreación, multiplicando su trabajo, independiente de las situaciones personales que afectan a muchos de ellos, asegurándose que nada les haga falta. Un agradecimiento especial por su labor, compromiso y entrega incondicional con nuestra razón de ser, los 62 ángeles que habitan el Hogar Santa Rita de Cascia.