Con el propósito de apoyar las principales necesidades de los abuelitos beneficiarios de la “Casa de la Esperanza”, un grupo de amigos decidió unir sus esfuerzos para comprar mercado no perecedero y dedicar una mañana para compartir un desayuno compuesto por tamal, chocolate y pan con 40 adultos mayores, así como los colaboradores de este importante programa de la Fundación Proyecto Unión.
“Esta experiencia nos llevó a concluir que es muy importante hacer presencia en la vida de estos abuelos que se quedaron solos en esta etapa de sus vidas, ellos son personas vulnerables, que no sólo necesitan cosas materiales, sino también afecto”, expresó Steve Beltrán. Este ángel voluntario conoció la fundación hace algún tiempo, a través de la empresa Amadeus y decidió donar su tiempo, de la mano de un grupo de amigas para preparar un chocolate caliente, servirlo con tamal y sentarse a escuchar esas interesantes historias que siempre tienen para contar los abuelitos que viven en este hogar.
Gracias a Steve Beltrán, Claudia Ramírez, Eugenia Jerez, Yudy Martin y Yemmy Garzón por poner en acción su deseo de ayudar, este ejemplar grupo de ángeles voluntarios que visitó el pasado sábado por primera vez la casa y quienes tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano otras necesidades, por ello desde ya se comprometieron hacer presencia mensualmente. Acciones como ayudar a pintar las paredes de la casa, participar como voluntarios de las jornadas de aseo y de recolección de elementos de aseo, sábanas, etc son actividades sencillas que se requieren para dignificar la vida y que nos ayudan a transformar la vida del adulto mayor habitante de calle.