El anhelo de ver muy pronto terminado el Hogar Amparo de Ángeles para más de un centenar de niños en condición de vulnerabilidad hizo posible que las directivas de las Fundaciones Parque Jaime Duque y Proyecto Unión decidieran en una reunión, a principios del mes de febrero, apostarle a un gran reto, la realización de la primera edición de la carrera atlética “Sueños en Construcción” y así lograr que más de mil personas dejen su huella en la vida de un niño.
El escenario y la fecha escogida eran propicios, la reserva natural del Ecoparque Sabana, un entorno 100% natural de 70 hectáreas, rodeado de fauna, vegetación, grandes humedales y el marco de la celebración del día internacional de los niños, el 30 de abril. Fueron 3 meses de intensa preparación bajo la dirección de Aire libre y Aventura, organización líder en esta clase de eventos, sumado a la experiencia del Parque, con el fin de coordinar hasta el más pequeño detalle para que este evento resultara impecable.
El alistamiento del hogar, así como el manejo de patrocinio, boletería, camisetas, rutas, premios, publicidad, refrigerios, inscripciones y un sin fin de tareas se manejaron diariamente, sin descanso, por un gran equipo de trabajo para que el 30 de abril a las 8 de la mañana, arrancaran con toda la alegría y emoción, los primeros corredores de la 10K en esta carrera inclusiva que convocaba por primera vez la participación de todas las edades.
Gracias de corazón a importantes empresas como Adidas, Baxter, Fortecem, Kamui, Vitalis, que decidieron unirse como patrocinadores y a empresas donantes como Pelpak, Fundación Ladrilleros de Cogua y Gimnasio Claudio Monteverdi que hicieron posible llevar a cabo este importante evento; así como también la participación de los integrantes de Doctora Clown, voluntarios de las Universidades Javeriana y Manuela Beltrán, quienes con su solidaridad y calor humano compartieron con todos los niños y jóvenes, familias y adultos mayores participantes.
Más de mil cien participantes terminaron esta jornada felices y complacidos de devolver esperanza a la infancia vulnerable de nuestro país a través del deporte y en un ambiente festivo, de camaradería, cada participante plasmó su huella, sembró árboles en las jardineras que adornaran el hogar y recibió la medalla como reconocimiento a su participación. Los resultados fueron altamente satisfactorios tanto para organizadores como para corredores, destacándose la excelente organización y logística, sin embargo, el logro más importante de esta carrera es haber llegado al corazón de los participantes y sensibilizarlos sobre el verdadero valor que tiene el dejar esa huella imborrable para la vida de más de un centenar de niños que padecen enfermedades complejas en nuestro país.