El sábado 19 de Junio se llevó a cabo en la sede del Comedor María es mi Madre la brigada de salud visual para los abuelitos habitantes de calle beneficiarios de la fundación, esta jornada estuvo a cargo de Eduardo Quintero, abogado y contador de profesión quien conoció nuestra organización a través de Catalina Murad, voluntaria del Hogar Santa Rita de Cascia.
La vulnerabilidad de una población desprotegida y muchas veces olvidada por la sociedad fue lo que motivó a Eduardo a implementar esta iniciativa con nuestros abuelitos, por ello inició una estrategia de consecución de recursos a través de sus redes sociales, la cual generó un impacto en amigos y conocidos quienes decidieron aportar su granito de arena. El apoyo económico y logístico contó con aproximadamente 30 personas, además del valioso aporte la señora Marta Giraldo y el grupo “Helvéticos 1.976”, Jorge Herrera y Olga Rueda dueños de Óptica Visión y Sol, quienes donaron las monturas, asimismo Olga hizo valoración en la brigada junto a 3 optómetras quienes fueron los encargados de atender y generar las formulas a 130 abuelitos las cuales serán entregadas en los próximos días.
La jornada además de brindar una mejor calidad de vida en la salud visual de los beneficiarios, permitió que los integrantes del grupo encargado de la brigada tuvieran un mayor acercamiento a los abuelitos, llevándolos a conocer un poco más de la vida e historias que llevan consigo, sin dejar pasar por alto la difícil situación que atraviesa esta población y los trabajos duros que desarrollan a pesar de la avanzada edad.
Un gran día de labor social dejó grandes enseñanzas; la disposición de un equipo de personas comprometidas, permitirá que muchos abuelitos tengan la posibilidad de volver a leer sus libros e incluso escribir sus propias historias; “Para ayudar se necesita tener disposición, no se requiere dinero, ni ser especialista, es tener voluntad que se materialice y se lleve a cabo”, expresó Eduardo.
Gracias Ángeles Voluntarios por poner su corazón y profesión al servicio de los más vulnerables, el trabajo en equipo y el deseo de ayudar ha transformado muchos corazones que rebosan de alegría al permitirles ver el mundo mucho mejor.