El grupo de ángeles voluntarias conformado por las hermanas Yadith, Liz y Bety Chapeta vienen incondicionalmente apoyando a la Fundación Proyecto Unión durante muchos años y para cerrar este fin de año con broche de oro, se reunieron para impactar a 160 abuelitos de la calle, beneficiarios de los programas Comedor María es mi Madre y Casa la Esperanza con un singular almuerzo de cocido boyacense preparado por ellas mismas.
La receta no era nada sencilla y aunque la meta era preparar cien almuerzos, con mucho amor y dedicación lograron un exquisito plato típico de la región cundiboyacense para 160 abuelitos beneficiarios. Los más afortunados fueron los abuelitos que sin falta asisten a este comedor diariamente y quienes afirmaron recordar momentos de su infancia mientras se deleitaban con este exquisito almuerzo que no probaban hace muchos años.
“Cada navidad queremos impactar la vida de estos abuelos de manera diferente, brindarles felicidad y cariño, por ello unimos esfuerzos de parte de todos los miembros de la familia”, afirmó nuestra ángel voluntaria Yadith Chapeta. Los sentimientos de gratitud para todos ellos no solo van de parte de la fundación, sino especialmente de cada uno de los abuelitos que se llevaron un hermoso recuerdo de su infancia con este menú preparado con el mejor ingrediente, el amor.